De ideas, resinas e historia: Inicio de los polímeros
De ideas, resinas e historia: Inicio de los polímeros
En el inicio de la historia de los polímeros con la humanidad, fueron ideados para reemplazar ciertos productos que se obtenían de la naturaleza, por ejemplo en 1868 la empresa Phetan y Collander que se dedicaban a la fabricación de bolas de billar, prometió un premio de 10,000 dólares de ese entonces a quien pudiera desarrollar una alternativa para la fabricación de su producto, que hasta entonces se elaboraba con marfil proveniente de los colmillos de los elefantes, fue así que John W. Hyatt desarrollo el celuloide con ayuda de descubrimientos anteriores.
A lo largo de los años, la relación de la humanidad con los polímeros, dejó de estar relacionada por una necesidad básica para convertirse en aditivos de comodidad y rapidez de uso y deshecho.
¿Recuerdan lo cilindros de reconocida marca de refrescos en los que llevabas el agua a todos lados?
Fueron reemplazados por botellas de PET que no necesitas llevar a todos lados contigo, si no que adquieres una cada vez que deseas tomar agua fuera de tu hogar.
Fue así que se asentaron las bases de los graves problemas por contaminación que tenemos actualmente. Hoy en día se han originado vertientes que buscan prohibir los plásticos o bien regresar a las alternativas antes de ellos.
Es importante tener el conocimiento de que algunas de las alternativas actuales para reemplazar, por ejemplo, las bolsas del super, no ofrecen una sustentabilidad real, pues solo se toma en cuenta la cantidad de años que les toma desintegrarse en el medio ambiente.
Pero una opción viable debe de tomar en cuenta otros factores como:
El uso de agua al fabricarse, en las cuales las bolsas de papel y algodón no compiten con las de plástico.
La cantidad de veces que se pueden reutilizar, las bolsas de papel no se pueden utilizar varias veces pues no tienen la resistencia adecuada, o las bolsas llamadas “para toda la vida” que en su mayoría también están hechas de plástico como el polipropileno y son cada vez más populares, deben de usarse al menos 50 veces para tener un menor impacto ambiental que una bolsa de un solo uso, pero ¿Cuántas veces nos ha pasado que las olvidamos y ahora tenemos al menos 5 o más en casa?
Es tarea de
todos entender la raíz del problema y buscar alternativas desde nuestra realidad para lograr un impacto que probablemente nosotros no vemos, pero
quienes vendrán después de nosotros lo valorarán.
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