La enfermedad crónico degenerativa Alzheimer: Un viaje a las funciones del cerebro para conocer sus signos característicos de forma temprana.


La enfermedad crónico degenerativa Alzheimer: Un viaje a las funciones del cerebro para conocer sus signos característicos de forma temprana.



La enfermedad de Alzheimer (EA) no es una parte normal del envejecimiento de la persona, sino una enfermedad cerebral progresiva e irreversible que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. La persona eventualmente deja de contar con las habilidades de poder realizar las tareas más simples.

A nivel mundial, la EA afecta a millones de personas en su desempeño normal del día a día. En este sitio te presentaremos una introducción a esta enfermedad y sus principales etapas, contextualizando algunas funciones de las memorias del cerebro para ver cómo se ven afectadas por la EA. Además, indicaremos los síntomas característicos que te darán pistas para alertarte e identificar si te encuentras en la etapa temprana de esta enfermedad.


¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?


Las enfermedades crónico degenerativas (ej., cáncer, diabetes, Alzheimer, hipertensión, etc.), están incrementando su prevalencia y mortalidad a nivel mundial -41 millones de personas mueren por estas, lo que representa el 71% del total de las muertes anuales (World Health Organization, 2024). Se caracterizan por un deterioro progresivo de la función de las células que no está causado por ningún traumatismo o infección subyacente, sino por un envejecimiento celular, por lo que no existe tratamiento y solo se dan cuidados paliativos (Zahir-Jouzdani et al., 2018). Específicamente, en las enfermedades neurodegenerativas las células del sistema central nervioso dejan de funcionar o mueren, tal como sucede con la EA. Es importante destacar que el Alzheimer es una enfermedad cerebral irreversible y progresiva que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento de la persona. Eventualmente afecta a la persona al punto que la imposibilita para poder realizar las actividades cotidianas simples. Por lo que se debe enfatizar que el deterioro causado por la EA no forma parte del envejecimiento normal de una persona.


La representación clínica típica de la EA está caracterizada por un predominante defecto de memoria episódica anterógrada (incapacidad para almacenar nuevas memorias después de pasado el evento causal), conforme la enfermedad progresa, es acompañada por una disfunción del dominio cognitivo tal como visoespacial, lenguaje, y funciones ejecutivas, para finalmente resultar en un declive cognitivo global, una completa dependencia y la muerte (Reitz et al., 2020). La EA típicamente comienza con una perdida leve de memoria y confusión, y, aunque su causa aún no está muy clara, hay indicios de que se debe a una combinación genética, estilo de vida y factores ambientales, adicionalmente al factor de la edad (Fundación Pasqual Maragall, 2020).

Factores relevantes


Edad: Es el factor de riesgo mayor, siendo que la mayoría de la gente es diagnosticada con este padecimiento después de los 65 años. Sin embargo, los jóvenes también pueden desarrollar este padecimiento, aunque es menos común.

Genética: Una familia con historial de la EA puede incrementar el riesgo de padecerlo, particularmente cuando sus progenitores o hermanos lo presentan. Actualmente, ya se han identificado genes muy específicos que representan un alto riesgo para que la persona padezca la EA.

Estilo de vida y factores ambientales: Una dieta sana, realizar actividad física, tener un compromiso social y una estimulación mental juegan un rol imprescindible en la salud cognitiva. Contrariamente, una dieta no saludable, fumar, y consumir alcohol en exceso, pueden contribuir a incrementar el riesgo de la EA.

Condiciones de salud: Enfermedades del corazón, diabetes, presión arterial alta y paros cardiacos incrementan enormemente la probabilidad de desarrollar la EA.

La EA plantea importantes desafíos para los sistemas de salud y la sociedad en su conjunto, por lo que entender sus causas y síntomas, conllevaría a lograr una detección temprana, un tratamiento eficaz y mejores resultados para las personas (Huang et al., 2023). Así, el diagnóstico temprano se convierte en un área importante de investigación para mejorar los porcentajes de supervivencia de las personas.



¿Qué etapas se han identificado en la enfermedad del Alzheimer?

Todas las personas con Alzheimer experimentan un deterioro cognitivo leve (DCL) aunque es difícil de diagnosticar debido a la sutileza de los síntomas.  La Figura 1, muestra la línea continua en el tiempo de las etapas identificadas de la EA, preclínica, DCL, leve, moderado y severo (Alzheimer Association, 2024). Es importante un diagnóstico temprano y preciso dentro de las dos primeras etapas (Preclínico y DCL) para ayudar a retardar el deterioro e iniciar un proceso de rehabilitación (Li et al., 2022). A medida que avanza la EA, las personas suelen experimentar múltiples tipos de síntomas que reflejan el grado de daño a las neuronas en diferentes partes del cerebro. El ritmo al que los síntomas de la EA avanzan difiere de persona a persona.



Preclínica

Los individuos pueden tener cambios cerebrales medibles, usados como biomarcadores que indican los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, tales como una disminución del metabolismo de la glucosa o cambios en la proteína tau en el líquido cefalorraquídeo. Esta etapa puede durar años e incluso unas décadas. Cuando ocurren los primeros cambios de la enfermedad de Alzheimer, el cerebro los compensa, permitiendo que las personas continúen funcionando normalmente.

Deterioro cognitivo leve (DCL)

Se presentan experiencias con problema leves de memoria que son notables pero que no interfieren en las practicas rutinarias del día a día. Por ejemplo, olvidar conversaciones recientes o eventos y dificultad para recordar palabras familiares o nombres. Es importante destacar que todas las personas con DCL tienen altas probabilidades de desarrollar Alzheimer. Esta etapa puede durar varios años.

Leve

La mayoría de las personas pueden funcionar de forma independiente en muchas áreas, aunque los síntomas son más notorios al requerir ocasionalmente ayuda con algunas actividades o más tiempo que el promedio para poder realizarlas. Estos problemas cognitivos pueden ser perceptibles para el individuo, sus familiares y amigos, pero no para los demás. Esta etapa dura de 2-4 años.

Moderada

Los síntomas son más pronunciados, se presentan problemas con la memoria y el lenguaje. El usuario requiere más apoyo para sus actividades diarias debido a que tiene más probabilidades de confundirse y les resulta más difícil completar tareas de varios pasos, como bañarse y vestirse. A veces pueden presentar problemas para reconocer a sus seres queridos y comenzar a mostrar cambios de personalidad y de comportamiento, tales como desconfianza y frustración. Esta etapa puede durar de 2 a 10 años.

Severa

Se pierde la capacidad para comunicarse verbalmente, reconocer sus seres amados, dificultad para caminar, sentarse o comer, por lo que requiere atención las 24 horas del día. Esto incrementa la vulnerabilidad de la persona hacia complicaciones físicas, tales como coágulos sanguíneos, infecciones de la piel y sepsis. Esta etapa es la final, durando varios años.


¿Cuáles son las memorias principales del cerebro y trastornos causados por la EA?

El cerebro es responsable del almacenamiento y la organización de diferentes tipos de memoria, cada uno con funciones y características únicas. Estas memorias son esenciales para ayudarnos a viajar y ubicarnos espacialmente en el mundo, aprender de experiencias, y tomar decisiones. Como veremos, a excepción de la memoria de trabajo o memoria de corto plazo, todas las demás residen como memoria de largo plazo. Donde el almacenamiento de información es por periodos bastante extendidos, desde horas hasta toda la vida. Tales como recordar el primer día de la escuela. En la Figura 2, se presenta una organización de las memorias del cerebro y a continuación su explicación. 






Memoria declarativa

Se refiere al conocimiento de episodios o hechos que pueden ser conscientemente recordados y relacionados por quien los recuerda. Se caracteriza como “conocer que”, tal como que un gato es un animal. Esta se divide en memoria episódica y semántica.

Memoria episódica

Se refiere a la información que es recordada dentro de un periodo temporal o contexto espacial. Es decir, eventos específicos y experiencias que alguien ha pasado en un tiempo y lugar particular. Esto implica el recuerdo vivido de experiencias pasadas, tales como recordar una fiesta de cumpleaños, el primer día a la escuela, o unas vacaciones recientes. Las personas con la EA presentan daños en esta parte al no poder recordar eventos recientes, olvidar citas, conversaciones o dificultad para recordar momentos significativos como aniversarios.

Memoria semántica

Se refiere a un conocimiento general, son hechos que no están atados a claves contextuales en un tiempo específico o lugar. Esto incluye información como conocimiento de que Paris es la capital de Francia, comprender que una vaca es un animal con cuatro patas, o recordar hechos históricos. En cada caso, la información específica es recuperada sin recordar el episodio especifico en el cual la información fue adquirida. Aunque la EA afecta principalmente la memoria episódica, la semántica involucra que la persona tenga dificultad para recordar el significado de las palabras, y por tanto poder comunicarse. Además, presenta una perdida general de conocimiento, olvidando hechos que conocía, tales como nombres de países o gente famosa.

Memoria no declarativa

Este tipo de memoria es típicamente inconsciente e implica habilidad y respuesta condicionada, influyendo en el comportamiento. Se expone únicamente la memoria procedimental, pero también se considera la de aprendizaje condicionado a través de asociar un estímulo y respuesta, tal como el famoso experimento de Pávlov con los perros, asociando la campana con la comida.

Memoria procedimental

Es la memoria para las habilidades, hábitos y tareas que son realizadas automáticamente después de haber llevado una práctica. Estas memorias implican el conocimiento del “como hacer”, tales como viajar en bicicleta, escribir en un teclado, o tocar un instrumento musical. Principalmente en etapas tempanas de la EA, se presenta dificultades para aprender nuevas habilidades motoras o hábitos, así como una capacidad reducida en ejecutar acciones familiares.

Memoria de trabajo (memoria de corto plazo)

Nos dota de la habilidad para mantener de forma limitada información y manipularla por un corto periodo de tiempo, hablamos de segundos o minutos. Implicando tareas complejas, tales como razonamiento, resolución de problemas, toma de decisiones y comprensión. Por ejemplo, recordar una lista de palabras por unos segundos o mantener el seguimiento de una conversación. La persona con la EA se le dificulta recordar información inmediatamente después de haberla escuchado o visto, presentando dificultad para organizar tareas, desorientación y problemas de atención.

Memoria espacial

Está relacionada con el entorno físico y la orientación espacial de objetos al recordar el plano del entorno físico. Igual se divide en memoria espacial de largo plazo y memoria espacial de corto plazo. La persona con la EA se pierde en lugares familiares, incluso en su misma casa o vecindario, desorientación temporal y espacial, al no reconocer donde se encuentra o no recordar donde se colocaron objetos.



Conclusión

Un reto importante en la investigación científica es detectar de forma temprana la enfermedad de Alzheimer, esto es imprescindible para un tratamiento eficaz y así contribuir a retardar los efectos adversos mencionados y mejorar la calidad de vida de las personas. En CIATEQ, estamos desarrollando investigación que apoye en la detección temprana del Alzheimer, mediante la aplicación de técnicas de inteligencia artificial para realizar análisis de datos de la persona, aplicar biomarcadores y patrones de señales que permitan establecer si esta se encuentra en una etapa temprana de Alzheimer.

Autores
Dra. Leonor Adriana Cárdenas Robledo
Dra. Carolina Reta Castro
Dr. Óscar Hernández Uribe
Dr. Ernesto Chavero Navarrete
Dr. Caín Pérez Wences
Dr. Francisco Javier Olivera Guerrero

Referencias
  1. Alzheimer Association, Alzheimer’s Disease & Dementia Help, https://www.alz.org/ (consultado 2024)
  2. Fundación Pasqual Maragall, ¿El Alzheimer es hereditario?, https://blog.fpmaragall.org/el-alzheimer-es-hereditario (consultado 2024).
  3. Huang, L.-K., Kuan, Y.-C., Lin, H.-W., & Hu, C.-J. (2023). Clinical trials of new drugs for Alzheimer disease: A 2020–2023 update. Journal of Biomedical Science, 30(1), 83. https://doi.org/10.1186/s12929-023-00976-6
  4. Li, X., Liu, Y., Kang, J., Sun, Y., Xu, Y., Yuan, Y., Han, Y., & Xie, P. (2022). Identifying Amnestic Mild Cognitive Impairment With Convolutional Neural Network Adapted to the Spectral Entropy Heat Map of the Electroencephalogram. Frontiers in Human Neuroscience, 16, 924222. https://doi.org/10.3389/fnhum.2022.924222
  5. Reitz, C., Rogaeva, E., & Beecham, G. W. (2020). Late-onset vs nonmendelian early-onset Alzheimer disease: A distinction without a difference? Neurology Genetics, 6(5), e512. https://doi.org/10.1212/NXG.0000000000000512
  6. World Health Organization. (2024). World health statistics 2024 - Monitoring health for the SDGs, Sustainable Development Goals.
  7. Zahir-Jouzdani, F., Mottaghitalab, F., Dinarvand, M., & Atyabi, F. (2018). siRNA delivery for treatment of degenerative diseases, new hopes and challenges. Journal of Drug Delivery Science and Technology, 45, 428–441. https://doi.org/10.1016/j.jddst.2018.04.001

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